Cómo y cuándo podar perales
La poda de árboles de pera es una práctica hortícola esencial que favorece la salud del árbol, estimula el crecimiento de frutos de calidad y mantiene la estructura deseada. Es importante realizar esta actividad en el momento óptimo para maximizar sus beneficios y minimizar daños o riesgos de enfermedades.
El periodo indicado para podar árboles de pera es durante el invierno tardío o el principio de la primavera, cuando el árbol está en su estado de dormancia y no ha comenzado el crecimiento activo de los brotes.
Efectuar la poda en este tiempo frío reduce el riesgo de infecciones y permite al árbol curar las heridas antes de entrar en la fase activa de crecimiento. Además, la ausencia de hojas proporciona una mejor visibilidad de la estructura del árbol, facilitando la identificación de ramas enfermas, dañadas o mal colocadas que deben ser eliminadas.
La poda no solo mejora la estructura y fortaleza del árbol, sino que también influye directamente en la cantidad y calidad de la producción de peras para la próxima temporada de cosecha.
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Principios básicos de la poda
La poda de los perales es esencial para mantener su salud y productividad. Seguir principios básicos asegura el bienestar del árbol y maximiza la cosecha.
Mejor época para podar
La poda debe realizarse a finales del invierno o principios de la primavera, antes de que los brotes comiencen a hincharse. Esta práctica ayuda a proteger la resistencia al frío del peral y fomenta un crecimiento saludable durante la primavera. Se recomienda realizarla en días secos de invierno para evitar enfermedades que pueden propagarse en condiciones húmedas.
Herramientas necesarias
Para la poda de perales se requieren herramientas específicas para garantizar cortes limpios y precisos:
- Tijeras de podar: ideales para ramas pequeñas y para realizar cortes detallados.
- Cortaramas (o loppers): recomendados para ramas de hasta 1 pulgada de diámetro.
- Sierra de poda: utilizada en ramas más gruesas que requieren cortes más grandes.
Es crítico que todas las herramientas estén bien afiladas y desinfectadas antes de su uso para prevenir la transmisión de enfermedades entre las plantas.
Técnicas de poda recomendadas
La poda de perales es esencial para mantener su salud y maximizar la producción de fruta. Seleccionar la técnica adecuada es crucial para el correcto desarrollo del árbol.
Poda de formación
La poda de formación se lleva a cabo en los primeros años de vida del peral. Su objetivo es establecer una estructura fuerte y equilibrada. Se deben remover las ramas que crecen hacia abajo o hacia el interior del árbol, favoreciendo aquellas que forman un ángulo amplio con el tronco. Se recomienda realizar este tipo de poda en invierno cuando el árbol está en letargo.
- Primer Año: Seleccione un brote central como líder y poda los competidores.
- Años Subsecuentes: Elija de 3 a 5 ramas principales equidistantes alrededor del líder.
Poda de mantenimiento
Este tipo de poda se enfoca en árboles adultos para mantener su forma y tamaño deseados. Incluye la eliminación de madera muerta o dañada y el adelgazamiento de ramas para mejorar la circulación de aire y la exposición al sol. Esta poda también se realiza preferentemente durante el período de letargo invernal.
- Anualmente: Elimine ramas superpuestas y madera muerta.
- Cada 2-3 Años: Adelgace para prevenir la sobrecarga de frutas.
Poda de rejuvenecimiento
La poda de rejuvenecimiento ayuda a revitalizar perales viejos o descuidados, mejorando su producción frutal. Se remueven ramas grandes y viejas para estimular el crecimiento de nuevos brotes y raleos vigorosos. Este proceso puede extenderse a lo largo de varios años para minimizar el estrés en el árbol.
- Cuidado: Realizar cortes importantes en etapas para evitar el shock del árbol.
- Periodicidad: Evalúe y pode cada invierno según sea necesario.
Cuidado del árbol después de la poda
Tras la poda, es crucial atender correctamente al peral para facilitar su recuperación y promover un crecimiento saludable.
Tratamiento de cortes
Los cortes deben tratarse con cuidado para prevenir infecciones. Se recomienda la aplicación de un sellador de poda, que actúa como barrera contra hongos y plagas. Sin embargo, no todos los expertos aconsejan su uso, así que es importante consultar con un arbolista local.
- Sellador de poda: Aplicar en cortes mayores a 2 cm de diámetro.
- Desinfección: Herramientas deben estar desinfectadas antes y después de cada uso.
Fertilización y riego
Después de podar, es fundamental ajustar el riego y la fertilización para apoyar la recuperación del árbol.
- Riego: Moderado, adaptado a las condiciones climáticas y al suelo.
- Fertilización: Realizar al inicio de la estación de crecimiento, utilizando un fertilizante equilibrado.
- Nota importante: Evitar el exceso de agua para prevenir la pudrición de raíces.