Cómo y cuándo podar cerezos

La poda de cerezos es un aspecto esencial para mantener la salud y la productividad del árbol. Mediante la poda adecuada, se mejora el acceso al sol y la ventilación en el follaje, lo que permite un mejor desarrollo del fruto y facilita la cosecha.

Además, se reduce el riesgo de enfermedades, ya que la circulación de aire puede disminuir la humedad que favorece la proliferación de patógenos. La poda correcta también ayuda a mantener la estructura deseada del árbol y a controlar su tamaño.

El periodo óptimo para podar cerezos frutales es a finales del invierno, antes de que las hojas empiecen a brotar, lo que facilita la visualización de la estructura del árbol y la identificación de ramas problemáticas.

Durante el primer año, es fundamental formar la estructura básica del árbol recortando el líder central y seleccionando brotes laterales bien distribuidos. En años subsecuentes, concentrarse en eliminar ramas verticales y material muerto cuando el árbol esté en reposo invernal promueve un buen crecimiento y producción de frutos.

Fundamentos de la Poda

La poda de los cerezos es esencial para mantener la salud del árbol y maximizar la producción de frutas.

Razones para Podar Cerezos

• Salud: La poda elimina ramas dañadas o enfermas y previene la propagación de enfermedades.
• Crecimiento: Promueve un crecimiento fuerte al dirigir energía a las ramas más productivas.
• Luz y aire: Al abrir la copa del árbol, permite una mejor circulación de aire y penetración de la luz solar, reduciendo así el riesgo de enfermedades.
• Fructificación: Garantiza un tamaño de fruta óptimo y una maduración uniforme al mejorar la distribución de nutrientes.

Mejor Época para la Poda

• Cerezos de flor: Se podan después de su floración para no afectar la exhibición floral.
• Cerezos frutales: Se recomienda podarlos a finales del invierno, antes de que comience el nuevo crecimiento primaveral; sin embargo, se debe evitar podar durante las heladas para no dañar el árbol.

Técnicas de Poda

La poda de los cerezos es crucial para su desarrollo, salud y producción de fruta. Se deben emplear tres técnicas principales para asegurar el vigor y la productividad del árbol.

Poda de Formación

La Poda de Formación se enfoca en los primeros años de vida del cerezo. Durante este periodo, se debe:

• Seleccionar bien: Escoger las ramas principales que formarán la estructura del árbol.
• Espaciar las ramas: Asegurar que estén distribuidas uniformemente alrededor del tronco para evitar el cruce y la competencia.

Poda de Mantenimiento

Para la Poda de Mantenimiento, se ejecuta anualmente y su objetivo es:

• Eliminar ramas muertas o enfermas: Para prevenir la propagación de enfermedades y plagas.
• Aclarar: Remover ramas excesivas que estén obstruyendo la luz o el aire en la parte central del árbol.

Poda de Renovación

La Poda de Renovación se realiza cada varios años para revitalizar el cerezo:

• Cortar ramas antiguas: Esto estimula el crecimiento de nuevas ramas más productivas.
• Rejuvenecer: Se busca eliminar aquellas partes del árbol que ya no son eficaces para la producción de fruta.

Cuidados Post-Poda

Una vez podados los cerezos, es esencial proveer un cuidado adecuado para asegurar la recuperación y el crecimiento saludable del árbol. A continuación, se describen pasos críticos en el manejo posterior a la poda:

• Limpieza: Se deben retirar y desechar todos los recortes y restos de ramas para evitar la propagación de enfermedades y plagas.
• Protección: Las heridas causadas por la poda deben protegerse. Se puede emplear pasta selladora para árboles, con el fin de cubrir cortes grandes y prevenir infecciones.
• Riego: El cerezo requiere un riego moderado que evite el encharcamiento. Esto es vital para que la planta mantenga la hidratación adecuada y favorezca su cicatrización.
• Fertilización: Después de la poda, se recomienda aplicar un fertilizante equilibrado para apoyar la recuperación y el nuevo crecimiento.

Además, es importante monitorear el árbol para detectar cualquier signo de estrés o enfermedad. Se debe prestar especial atención a:

1. La presencia de hojas amarillas o caídas prematuramente.
2. La aparición de savia o resina en los sitios de los cortes.
3. Posibles signos de infecciones por hongos o bacterias en las ramas recién podadas.

Implementar estos cuidados post-poda asegurará que el cerezo se mantenga sano y produzca frutos de excelente calidad en la próxima temporada.